sábado, 31 de enero de 2009

El Dinero


¿Cuánto ganas al día?- Papi, ¿cuánto ganas por hora? - con voz tímida y ojos de admiración,un pequeño recibía así a su padre al término del trabajo.El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - Mira hijo, esosinformes ni tu madre los conoce. No me molestes que estoy cansado.- Pero papi, -insistía- dime por favor ¿cuánto ganas por hora?La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó:- Cuatro soles por hora.- Papi, ¿me podrías prestar dos soles? - preguntó el pequeño.El padre montó en cólera y tratando con brusquedad alniño le dijo: -Así que, esa era la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no memolestes, muchacho aprovechado.Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y sesentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo.En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al cuartode su hijo. Con voz baja le preguntó al pequeño:- ¿Duermes hijo?- Dime, papi - respondió entre sueños.- Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes eldinero que me pediste, - respondió el padre.- Gracias papi - contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo dela almohada, sacó unas monedas.- Ahora ya completé. Tengo cuatro soles. ¿Me podríasvender una hora de tu tiempo? - preguntó el niño.

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